Esta sub-especie de Trolls, dentro de los escritos de J.R.R. Tolkien y tal y como sucede con otras variedades, tan sólo aparece cuando la Compañía del Anillo se interna en las Minas de Moria, tras enfrentarse a la ira del temible Caradhras.

Los Trolls de las Cavernas que atacan a la Compañía del Anillo junto con los Orcos, moraban en las vastas profundidades de Khazad-dûm, donde habían sido enviados por Sauron unos quinientos años antes. Según se nos dice en El Señor de los Anillos, éstas eran criaturas voluminosas, de piel oscura, escamosa y verde; sus pies eran grandes, chatos y sin dedos.